He dejado unos días de escribir en el blog. Dos motivos me llevaron a ello: Uno, el estar centrado en terminar, aunque sea de manera provisional, “La medalla olímpica” (Aunque esta novela no pertenezca a la saga sobre los reyes asturianos, ya hablaremos de ella en entradas posteriores). Y otro, el que no me llenaba seguir con mi serie sobre los reyes representados en las estatuas de la Plaza de Oriente, sin poder subir las fotos de dichas estatuas. Así que he decidido cerrar temporalmente este tema.
Pero hay otro para el que voy a recabar la ayuda de mis lectores. Cuando termine (espero hacerlo en julio) “La medalla olímpica”, quiero aprovechar lo que quede de verano para escribir más. Y tengo varias opciones que voy a relatar a continuación, por lo que espero comentarios de mis lectores sobre cuál de ellas es la que me aconsejan. (Algo parecido hace en su blog George Martín sobre su exitosa serie “Juego de Tronos”)
Y como no tengo demasiada fe en que mis lectores lean, habitualmente, mi blog, enviaré un e-mail a mis contactos solicitándoselo.
Bueno, vamos allá con las posibilidades, y, como llevo un resumen de mis actividades literarias que, quizá, se publicará algún día, copio y pego a continuación:
Como ya había dicho, estoy centrado y en buen camino de terminar, aunque de manera provisional, “la medalla olímpica” y espero hacerlo en este mes de julio. ¿Y después, qué? Tengo varias opciones para aprovechar, en lo que quede de verano, el hecho de que parece que he recuperado el hábito de escribir. Tengo inacabadas “Boanerges” (Sobre la vida del apóstol Santiago) y “Los mozárabes” (Contemporánea de “La Cruz de la Victoria”, sobre este grupo social). Apenas esquematizada “Gauzón”, sobre la vida de ese caudillo astur. Y, dentro de la saga histórica asturiana, dado que he estado realizando en mi blog el estudio de mis novelas, me he dado cuenta de varias cosas:
Una, que en “La medalla esmeralda” había dejado el cabo suelto de Alarico y Florinda, en Ceuta; unos hipotéticos hijos de esta pareja serían nietos del último rey godo, Rodrigo (en mi ficción, por supuesto) y podrían tener cabida, bien en una novela propia (situada, cronológicamente, entre “El muladí” y “La Cruz de los Ángeles) , bien en una aparición en el citado “El muladí” (habría que retocar una novela que ya está dispuesta para la edición), o bien sus hijos o sus nietos en una posible novela que narre los últimos años del reinado de Alfonso II, “el casto”, y que estaría situada entre “La Cruz de los Ángeles” y “La Cruz de la Victoria” (Hueco histórico que había pensado rellenar).
Dos, dicen las leyendas que Favila había dejado dos hijos de corta edad, aunque los historiadores no acaban de ponerse de acuerdo sobre el tema. Como estos niños serían de la estirpe de Pelayo (Que finalizó con Alfonso II), podría ser interesante introducirles en las mismas hipotéticas novelas que en el caso anterior. (ambas opciones no son excluyentes)
Y tres, me he dado cuenta que el reino de Asturias no acaba con Alfonso III (como narro en “La Cruz de la Victoria”), sino que su hijo García es por un tiempo rey de Asturias, supeditado a sus hermanos mayores, que reinan en León, hasta que, a la muerte de estos, alcanza esa corona y pone fin a Asturias como reino independiente. Voy, por supuesto, a escribir una novela que narre estos hechos, pero la duda es, ¿ahora o después de haber explorado las posibilidades anteriores? (Boanerges, Gauzón, o alguna de la saga asturiana)
Bueno, pues ya está. Si alguien me da su opinión, escribiendo un comentario en el blog, no prometo seguirla, pero sí tenerla en cuenta.
¿cuando esperas publicar "La Medalla Olímpica"?
ResponderEliminarsaludos
Saludos, Fernando.
ResponderEliminarEs un placer recibir un comentario tuyo y un honor que seas el primero en hacerlo en esta entrada.
La medalla olímpica se publicará, espero, en otoño próximo o, a más tardar, en la primevera;en la misma editorial que "la Muralla esmeralda": SAPERE AUDE
Será una satisfacción (diría que una obligación) enviarte un ejemplar, ya que muchas de las situaciones por las que pasan los protagonistas se deben a tus investigaciones. Y espero que perdones que lo que descubran no se corresponda con la verdad que tú has desvelado, sino con otras situaciones mas novelescas (al fin y al cabo, es una obra de ficción), aunque a pie de página hago las salvedades correspondientes.
Recibí tu excelentemente documentada "1900 La primera aventura olímpica española" y he olvidado si te envié el correspondiente acuse de recibo junto con mi agradecimiento. Si lo hice, permíteme solventar ahora la omisión.
Un abrazo.
He recibido, aunque no en el blog, sino en mi correo, un comentario de Javier Serra. Como mi intención es la de que el resto de lectores puedan compartir las opiniones que se expresen, aunque no le he pedido permiso para ello, a continuación copio y pego lo que me ha escrito:
ResponderEliminarPablo: Creo que deberías escribir sobre el tema con el que te sientas más a gusto por un lado y por otro el que te premita aprender y conocer más. Yo no te puedo decir por donde me inclinaria, pero Pelayo REy fue muy entretenida y espero disfrutar la 2ª parte este verano, cuando empeice, qeu sigio aqui batallando en Madrid.Un abrazo y recuerdos a Begoña,
js
Gracias por tu comentario, Javier. A fin de cuentas, eso será lo que haga. pero, como no lo tengo muy claro, para eso pido la opinión de mis lectores.
ResponderEliminarQue disfrutes con la novela.
gracias Pablo. espero leer la novela con gran interés. seguro que será brillante. saludos cordiales
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