Estaba terminando el borrador de mi próxima entrada
manifestando mi propia opinión sobre cómo hubiera evolucionado la Reconquista
si Abderrahmán I ibn Moawia no hubiera conseguido llegar a España, cuando un
amigo me hizo la siguiente pregunta:
“¿Y por qué fue tan importante la llegada de ese personaje?”
Y eso me hizo recapacitar, revisar todas las entradas
anteriores y reconocer que no había hecho hincapié en una cuestión que yo creía
tan obvia y tan conocida por todo el mundo que no me había creído en el deber
de resaltar.
Dejando aparte todas las demás circunstancias que cambiaron
con la llegada de Abderrahmán, la principal sin duda alguna, fue que desde ese
momento Al Andalus, la España musulmana FUE INDEPENDIENTE. Que no se limitó a
ser una provincia más del Califato y que su destino no dependió de lo que
ocurriera en Damasco o en Bagdad, sino única y exclusivamente de los
acontecimientos que afectaran a la Península. Y sus gobernantes, desde ese momento
nacidos en España (Paso por alto los breves períodos de dependencia de los
imperios africanos de Almohades, Almorávides y Benimerines, muy posteriores a
la época que estamos estudiando), fueron teniendo más puntos de contacto,
incluidos los de parentesco (pues sus madres fueron, con frecuencia, cristianas
cautivas) con los reyes cristinos que con los lejanos gobernantes asiáticos.
Y eso contribuyó a crear un estado con características
propias, muy diferente, como puede comprobarse echando un vistazo a la
historia, del resto de países musulmanes existentes a partir de ese momento.
Así que he cambiado el titulo de esta entrada y dejo mis
propias opiniones para la próxima. Espero que quien no conociera este detalle
me perdone por no haberlo citado antes, y los que lo consideren obvio me disculpen
por haber insistido en él
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