¡Cinco meses sin escribir nada por
aquí! Es demasiado tiempo. Y no solo por aquí, también abandoné mi blog
reyesasturianos.blogspot.com; y mi página de Facebook Pelayo, rey; y mi propia
biografía de Facebook. Y no es porque no tuviera cosas que contar, porque los
acontecimientos se precipitaron, pero así fue. Y vamos a intentar ponernos al
día.
Primero, en cuanto a mi vida
personal (nada importante, gracias a Dios); Ya he dicho en otro momento que
otra de mis aficiones es el teatro; y que actúo en la compañía (amateur) de
teatro, Indocentes, formada por profesores, padres, alumnos y demás personal
del Colegio Santa María de los Rosales, institución educativa en la que he
desarrollado mi vida laboral. Este año, el director y fundador de la compañía,
Jaime Buhigas, se vio precisado a dejarlo por sus muchos compromisos, y los
compañeros tuvieron la ocurrencia de sugerir que yo tomase su lugar (tarea para
la que no estoy, en absoluto, preparado). No pude negarme, pero entre escoger
obra, adaptarla, y ocuparme del resto de las múltiples obligaciones que
surgieron, apenas tuve tiempo (ni ganas de pensar) para otras cosas, entre
ellas mi actividad literaria.
En otro orden de cosas, mi hermano
Anselmo creó un grupo de Facebook (cerrado) con el nombre de LOS JUNQUERA, para
intentar unir a todos nuestros parientes desperdigados por el mundo. Me
autoimpuse la tarea de conseguir que funcionase y eso también se llevó gran
parte del poco tiempo que me quedaba libre.
Seguía esperando que la editorial
Temperley (mi compañero Mariano Vilella) acabase de preparar el primero de los
dos libros que formaban La Estirpe de los Reyes, pero temía que no fuese a
tiempo de hacer la presentación, tantas veces postergada, (dos años) de esa
novela en el colegio. Y, en estas, me comunica la editorial Sial Pigmalión que
está dispuesta a publicar mi novela La Cruz de la Victoria para la Feria del
Libro de Madrid de este año. Y a partir de ahí la actividad fue frenética.
Decir a Mariano que parase la edición de la Estirpe (justo cuando iba a ser
enviada a la imprenta), porque la nueva editorial no quería que se publicasen
dos libros míos por las mismas fechas. Corregir La Cruz de la Victoria, primero
mi borrador, y luego las pruebas que me enviaba la editorial (cada vez que se
corrige una novela, se encuentran fallos que enmendar; párrafos que, en
realidad, sobran; argumentos nuevos que pueden enriquecerla, etc.)
También, por indicación de la nueva
editorial, tenía que finalizar mi contrato con la editorial Imágica (en
realidad, había finalizado hacía unos años, pero Alberto seguía vendiendo
ejemplares) y con SapereAude (mismo caso).
Asimismo, mi amigo Eduardo Martínez
Rico me pidió otro cuento para “A vuelapluma”. Este lo hice sobre los
emigrantes, inspirado en mi propio tío, Anselmo Vega.
Y, por fin, acabado todo, el
próximo jueves presentaré la novela en el colegio, y la semana siguiente iré a
la Feria DEL Libro a firmar ejemplares los días 2 y 6 por la tarde.
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