24 de mayo de 2019

LA CRUZ DE LA VICTORIA.


¡Cinco meses sin escribir nada por aquí! Es demasiado tiempo. Y no solo por aquí, también abandoné mi blog reyesasturianos.blogspot.com; y mi página de Facebook Pelayo, rey; y mi propia biografía de Facebook. Y no es porque no tuviera cosas que contar, porque los acontecimientos se precipitaron, pero así fue. Y vamos a intentar ponernos al día.

Primero, en cuanto a mi vida personal (nada importante, gracias a Dios); Ya he dicho en otro momento que otra de mis aficiones es el teatro; y que actúo en la compañía (amateur) de teatro, Indocentes, formada por profesores, padres, alumnos y demás personal del Colegio Santa María de los Rosales, institución educativa en la que he desarrollado mi vida laboral. Este año, el director y fundador de la compañía, Jaime Buhigas, se vio precisado a dejarlo por sus muchos compromisos, y los compañeros tuvieron la ocurrencia de sugerir que yo tomase su lugar (tarea para la que no estoy, en absoluto, preparado). No pude negarme, pero entre escoger obra, adaptarla, y ocuparme del resto de las múltiples obligaciones que surgieron, apenas tuve tiempo (ni ganas de pensar) para otras cosas, entre ellas mi actividad literaria.

En otro orden de cosas, mi hermano Anselmo creó un grupo de Facebook (cerrado) con el nombre de LOS JUNQUERA, para intentar unir a todos nuestros parientes desperdigados por el mundo. Me autoimpuse la tarea de conseguir que funcionase y eso también se llevó gran parte del poco tiempo que me quedaba libre.

Seguía esperando que la editorial Temperley (mi compañero Mariano Vilella) acabase de preparar el primero de los dos libros que formaban La Estirpe de los Reyes, pero temía que no fuese a tiempo de hacer la presentación, tantas veces postergada, (dos años) de esa novela en el colegio. Y, en estas, me comunica la editorial Sial Pigmalión que está dispuesta a publicar mi novela La Cruz de la Victoria para la Feria del Libro de Madrid de este año. Y a partir de ahí la actividad fue frenética. Decir a Mariano que parase la edición de la Estirpe (justo cuando iba a ser enviada a la imprenta), porque la nueva editorial no quería que se publicasen dos libros míos por las mismas fechas. Corregir La Cruz de la Victoria, primero mi borrador, y luego las pruebas que me enviaba la editorial (cada vez que se corrige una novela, se encuentran fallos que enmendar; párrafos que, en realidad, sobran; argumentos nuevos que pueden enriquecerla, etc.)

También, por indicación de la nueva editorial, tenía que finalizar mi contrato con la editorial Imágica (en realidad, había finalizado hacía unos años, pero Alberto seguía vendiendo ejemplares) y con SapereAude (mismo caso).

Asimismo, mi amigo Eduardo Martínez Rico me pidió otro cuento para “A vuelapluma”. Este lo hice sobre los emigrantes, inspirado en mi propio tío, Anselmo Vega.

Y, por fin, acabado todo, el próximo jueves presentaré la novela en el colegio, y la semana siguiente iré a la Feria DEL Libro a firmar ejemplares los días 2 y 6 por la tarde.



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