19 de marzo de 2016

Estado actual de La Estirpe de los Reyes (II)

            Como anunciamos en la entrada anterior, vamos a contar ahora un breve resumen de lo que ocurre en la trama correspondiente a la historia de Alarico (La que no transcurre en tierras asturianas)
            La novela comenzaba, como dijimos en la entrada anterior, con un prólogo situado en Ceuta, en el año 734 (reinando aún Pelayo en Asturias), para conectar con lo narrado en La muralla esmeralda cuando Alarico deja a su compañero Xinto encargado de concluir su misión de informar a don Pelayo de la situación en la España musulmana y se dirige a Ceuta a encontrarse con su amada. También hacen una breve y disimulada aparición en esas páginas dos de los protagonistas de dicha novela (Enhorabuena a los lectores que adivinen quiénes son sin consultarla de nuevo)
            Como la trama solo afecta a la parte de Alarico, este prólogo pasó a ser el capítulo 1.
            Los capítulos 3 y 5 cuentan lo sucedido a Alarico en Ceuta, los años 740 y 741, con la presentación del hijo de Alarico, Teodoredo, la narración de las luchas entre árabes y bereberes, la llegada de Balch, y la aparición de un joven que habíamos conocido en El Muladí y que también se paseará por estas páginas más adelante (De nuevo enhorabuena a los lectores que adivinen quién es, aunque si han leído El Muladí, es fácil). Igualmente irrumpe en esta trama el marino griego Nicéforo Theodoru, que habíamos conocido en La muralla esmeralda y que compartirá protagonismo en esta.
            En el capítulo 7,  año 742, nuestros protagonistas se embarcan en el navío de Nicéforo, La Sirena del Egeo, que también nos acompañará durante bastantes páginas, rumbo al Imperio Bizantino, aunque, a consecuencia de la situación política que se vive allí, con Constantino V depuesto a manos de su cuñado Ardabasto, no arriban a Constantinopla, sino a la península de Anatolia, dispuestos a intervenir en las luchas que devolverán al trono a Constantino, de quien Nicéforo es ferviente partidario.
            En el capítulo 9, año 743, nuestros protagonistas al fin se encuentran con Constantino, quien les encarga ser portadores de un mensaje de tregua para el Califa de Damasco.
En el capítulo 11, año 743, llegan a Aleppo y se entrevistan con Moawia ibn Hisham, primo del Califa Walid ibn Yazid. Allí nuestros amigos tendrán dificultad en comprender la serie de gobernantes árabes, sobrinos, hermanos o primos entre sí, que se sucedieron en breve espacio de tiempo (Y los lectores, me temo, también. Para su consuelo, el autor pasó por el mismo trance, que solo pudo superar con frecuentes consultas a un árbol genealógico que habrá que incluir como apéndice de la novela). Como sinopsis, baste decir que la lista es la siguiente: Cuando llegan acaba de fallecer el gran califa Hisham ibn Abd al-Malik; a éste no le sucede su hijo Moawia, ya citado, sino su sobrino Walid II ibn Yazid, (743-744); a su muerte le sigue su primo Yazid III ibn Walid (que no es hijo del Walid citado, sino de Walid I ibn Abd al-Malik, tío de aquél). Antes de un año fallece (de modo natural o no), y es sucedido por su hermano, Ibrahim ibn Walid, que, en ese mismo año 744 es depuesto (y, posiblemente, asesinado) por un primo lejano, Merwan II, último califa Omeya, familia que es sucedida (y aniquilada), por la de los Abbasidas, consiguiendo el califato Abú al-Abbas as Saffah.
Aunque lo más importante para nuestros amigos (y, quizá, para la novela) es que aquí conocen al hijo de Moawia, Abderrahmán, el futuro primer emir independiente de Córdoba, que traba amistad con Teodoredo, el hijo de Alarico.
En el capítulo 13, año 744, nuestros amigos vuelven a Constantinopla y son parte importante en la recuperación del trono por Constantino V
En el 15, año 746, se narra la vida de Alarico y su hijo en el Imperio bizantino, y hay un nuevo encuentro (casual) de Teodoredo y Abderrahmán en la frontera. Situación que se continúa en el 17 (aún no escrito) y en el 19, que llega hasta el año 752. En éste último, Teodoredo es capturado por los musulmanes y vendido en Egipto como esclavo, aunque quien le compra es Abderrahmán, que llega allí huyendo de la masacre efectuada por los abasidas en su familia.
En el capítulo 21, Abderrahmán y Teodoredo llegan a Ceuta y se preparan para el desembarco del príncipe Omeya en la península, donde piensa establecerse como gobernante, lo que ocurre en el capítulo 23, año 756. En estos capítulos nos encontramos con personajes secundarios que ya conocimos en El Muladí, y que también tendrán una aparición modesta en estas páginas.
Ya tenemos a Abderrahmán gobernando en Córdoba, y ambas tramas están preparadas para juntarse, aunque aún habrá que contar varios hechos, históricos y de ficción, tanto en una como en otra, antes de que eso ocurra. Esa es la tarea que nos espera a partir de ahora.

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