Pero, al hacerlo, me encontré con una serie de complicaciones que paso a relatar a continuación, aunque por su extensión, lo hago en tres entradas consecutivas.
COMPLICACIONES I: Fecha y lugar de su llegada.
Como ya va para un mes desde que escribí la entrada
anterior, es un buen momento para hacer la penúltima recapitulación antes de
que se termine el verano. Hace tiempo que dejé, más o menos, organizados los
capítulos asturianos (siempre hay algo que no acaba de estar cerrado) y pude
centrarme en la llegada de Abderrahmán a España y su proclamación como primer
emir independiente. Y, naturalmente, al empezar la tarea comenzaron los
problemas. Las notas que tenía tomadas sobre ese personaje eran bastante
sucintas, porque su aparición en los últimos capítulos de EL MULADÍ y en LA
CRUZ DE LOS ÁNGELES era absolutamente tangencial; también lo iba a ser en esta
novela, pero su atrayente personalidad ha hecho que tomase mucho más
protagonismo que el previsto inicialmente.
Es cierto
que tenía mis fuentes, las que he utilizado en mis novelas, principalmente los
escritos de Sánchez Albornoz, R.P. Dozy, el Ajbar Machmuá, y el Ibn Idarí,
entre otros. Pero todos esos libros estaban en Madrid (No viajo con ellos, y no
tengo copias digitales, algo que tendré que solucionar), y las notas que de
ellos he sacado para la redacción de mis novelas, y que sí están en mi
ordenador, eran, respecto a este personaje, como ya he dicho antes, bastante
incompletas. Quedaba la solución de buscar en Internet, pero los datos que iba
encontrando eran, a veces, poco de fiar, y, a menudo, contradictorios. Es
cierto que, según quien sea el cronista que haya narrado la llegada de
Abderrahmán, encontraremos diferencias de lugares, fechas, nombres, etc.; y
tendría que decidirme por alguna de ellas; pero en mis novelas anteriores, y
dado que no pensaba que el Omeya iba a ser fundamental en alguna otra, no había
mantenido un suficiente rigor en la selección de datos, tomando de aquí y de
allá los que me parecieron más novelescos, y, por supuesto, ahora no me
acordaba de dónde había sacado cada uno. La tarea de cuadrar todo fue ardua, y,
por supuesto, mucho menos gratificante que la de idear una trama y redactarla
de manera coherente y entretenida (espero) para los lectores, pero al fin todo
fue encajando, con algunas dificultades que expongo a continuación.
La primera
que me encontré fue la fecha y lugar de su llegada. Generalmente se acepta que
en septiembre del año 755 desembarcó en Almuñécar. Así lo tenía apuntado y así
lo encontré en mis primeras búsquedas por internet; pero si buscamos la
historia del emirato independiente, vemos que ahí se dice que desembarcó en
756. En la página que nos cuenta la historia de Yusuf el Fihrí, el antecesor de
Abderrahmán, nos dice que el omeya desembarcó en Rayya (Málaga), siendo así que Almuñécar pertenecía a Elvira (Granada); y en el blogspot.el
turbante blanco, muy bien documentado, dice que el desembarco fue en “la luna nueva de Rabí I del año 138, es
decir, el 14 de agosto de 755”, pero añade que: “existe un estudio de Virgilio Martinez Enamorado, cuestionando
que este fue hecho en las playas de Burriana (Bitruh Riyana) se puede leer en
la revista Al-Qantara enero-junio de 2006 pp. 199-210”
No
fue ésta la complicación más importante, la solucioné escogiendo la opción más
comúnmente aceptada: Almuñécar, septiembre 755, y, además, no especifiqué la
fecha para evitar problemas de lectores inquisitivos (que los hay, yo mismo lo
soy referente a obras de otros autores)
También
nos encontramos con que lo más comúnmente aceptado es que la primera
proclamación como emir fue en “Turrush”, nada más llegar. En un principio creí
que se trataba de Torrox, y cuadraba bien (Ese pueblo costero de la Axarquía de
Málaga está a menos de 20 Kmts. de Almuñécar, un día de camino – y a 8 de mi
residencia vacacional en Torre del Mar, con lo que podría ir allí con facilidad
-, con lo que todo parecía lógico. Pero luego, al ir leyendo, casi todos los
historiadores sitúan el castillo de “Turrush” en Fuentes del Cesna, entre
Algarinejo e Iznájar. Respeto la opinión de los historiadores, que,
seguramente, tendrán razón, pero no conseguía cuadrar, en la trama de la
novela, que, nada más llegar Abderrahmán a España, abandonase la seguridad de
la costa para dirigirse a una localidad del interior, mucho más cerca de
Córdoba, donde estarían los partidarios de Yusuf. Además, de Almuñécar a
Turrush hay, más o menos, unos 80 Kmts., por caminos agrestes; no parece lógico
que Abderrahmán fuese allí a pasar el invierno. (La campaña contra Yusuf no fue
hasta la primavera siguiente, como veremos cuando estudiemos las fechas
correspondientes a ella). Por otro lado, todos los autores coinciden en que se
alojó en la casa de Ubayd Allah Abú Utmán, (También escrito Obaidallah Abú
Otmán), pero he leído frases como: “Le traia la noticia del desembarco de Abd al-Rahman
ibn Muawiya en Almuñecar (sep.oct. 755) y su alojamiento en casa de Ubayd Allah
Abu Uthman…” que nos indicarían
que estaba todavía en Almuñécar, o: “cuando fue informado del desembarco en España
del marwani ´Abd al-Rahman ben Mu´awiya y de su instalacion en Torrox, como
huesped del jefe de los chundis omeyas de Elvira…/… Al mismo tiempo que se le
comunicaba.
-´Abd al-Rahman ben Mu´awiya ha entrado en al-Andalus y reside en casa de Ubayd Allah ben Utman.” Que nos dice que la residencia de Abú Utmán estaba en Turrush. Aquí, para dar coherencia a una campaña militar y a la trama de la novela, (aunque no eso sea posiblemente lo que ocurrió en la realidad), decidí que la residencia de Abú Utmán estaría en Almuñécar, donde pasarían el invierno, pero que en el primer sitio que le proclamasen emir fuese en Turrush, para lo que me basé en: “En el Castillo de Turrush, Algarinejo (Granada), y apoyado por los mozárabes de la fortaleza, reclutó un pequeño ejército con el cual asaltar posteriormente el poder.”, de la página en Internet acerca de la vida de Abderrahmán, aunque esté en contradicción con que Turrush pertenecía a Abú Utmán.
-´Abd al-Rahman ben Mu´awiya ha entrado en al-Andalus y reside en casa de Ubayd Allah ben Utman.” Que nos dice que la residencia de Abú Utmán estaba en Turrush. Aquí, para dar coherencia a una campaña militar y a la trama de la novela, (aunque no eso sea posiblemente lo que ocurrió en la realidad), decidí que la residencia de Abú Utmán estaría en Almuñécar, donde pasarían el invierno, pero que en el primer sitio que le proclamasen emir fuese en Turrush, para lo que me basé en: “En el Castillo de Turrush, Algarinejo (Granada), y apoyado por los mozárabes de la fortaleza, reclutó un pequeño ejército con el cual asaltar posteriormente el poder.”, de la página en Internet acerca de la vida de Abderrahmán, aunque esté en contradicción con que Turrush pertenecía a Abú Utmán.
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