30 de julio de 2014

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Un año más llega el día de Santiago, patrón de nuestra España que tan necesitada está de su ayuda. Y un año más vuelvo a recordar que tengo a medias una novela dedicada al Apóstol y en la que, por unas u otras causas, no acabo de trabajar. Pero no solo en esa; he leído mis entradas anteriores (De hace casi un año) y mi labor literaria sigue casi igual. ¡Qué vergüenza! Hace un año tenía dudas de si continuar en “La estirpe de los reyes” o dedicarme a revisar exhaustivamente “ La Cruz de los Ángeles”; Pero este invierno Alberto Santos, de Imágica ediciones, me dijo que pensaba publicar esta última novela, que, en su serie, es la continuación de “Pelayo,rey” (Las otras dos, “La muralla esmeralda” y “El muladí”, están en manos de la editorial “Sapereaude”, de Ignacio Méndez Trelles.) Ya he explicado mi relación con Alberto, pero, en fin, y no sé por qué, corregí, mucho más por encima de lo que me hubiera gustado, la novela que narra los hechos del Reino de Asturias, desde Fruela I, a Alfonso II, y se la entregué. En un principio iba a salir en primavera, pero no ha sido así y habrá que esperar un año más. Por cierto, y como consecuencia de esa decisión, estuve, un año más, en la Feria del Libro de Madrid, de 2014, firmando ejemplares de “Pelayo, rey” (4ª Edición). Y, aunque parezca mentira, después de diez años, se sigue vendiendo bastante bien. Ojalá las que continúan la serie también interesen a los lectores. También tenía esperanzas de que la pasada primavera se editase “La medalla olímpica”, obviamente, de un tema que no tiene nada que ver con la saga asturiana que se relata en las otras novelas. Pero Mariano Vilella, de Editorial Temperley, no ha podido tenerla a tiempo. Quizá se junte con “ La Cruz de los Ángeles” y, en otoño, pueda hacer una presentación de ambas en el colegio. ¿Y cómo va labor de creación literaria? Pues desde que llegué, hace un par de semanas, a Torre del Mar, en mis vacaciones, me puse a trabajar en “La estirpe de los reyes”. Aún no sé si, al final, será una sola novela, o dos historias separadas, pero había que avanzar. Como es habitual, por clima, ambiente y demás, me siento más inclinado a escribir sobre la trama mediterránea cuando estoy aquí, y dejo la asturiana para cuando pase unos días en mi tierra; así que retomé el momento en que Alarico ayuda a Constantino V a recuperar su trono. Llevo ya escritos dos capítulos, y sigo anclado en el año 743, en que sucede eso. Cada vez que cierro un tema se me abren otros distintos que tengo que desarrollar. Espero antes de meterme en agosto poder narrar el encuentro de Teodoredo y Abderrahmán, y la llegada de ambos a España, y luego me quedará el problema de encajar estos capítulos con los ya escritos de la trama asturiana, (Ya saben, los impares, de Alarico, y los pares, de Asturias), teniendo en cuenta que el desarrollo de las tramas, cronológicamente, va en paralelo. Aunque siempre queda la solución de tomar la decisión de hacer dos novelas separadas (mucho más fácil). Bien, antes de que acabe el verano, haré una nueva entrada contando cómo va todo. ¡Felices vacaciones!